lunes, 28 de abril de 2008

El Sótano (y no la película)

En su sótano:


Kerstin, 19; Stefan, 18; y Felix de 5 años nunca habían salido de lo que algunos medios llaman la 'Casa del Horror'; vivían cautivos de Josef Fritzl, su padre y a la vez abuelo, quien mantuvo secuestrada a su hija por 24 años.

“La madre tiene memorias (del mundo exterior) y las usaba para afrontar la situación”, dijo hoy el vocero de la policía Franz Polzer, respecto a que tres de los siete hijos de Elisabeth Fritzil: Kerstin, 19 años; Stefan, 18 años; y Felix de 5 años nunca habían visto la luz del sol.

Algunos medios han llamado a la casa del ingeniero austriaco, Josef Fritzl, de 73 años, la “Casa del terror”. Y es que no es para menos, porque no sólo los medios se preguntan cómo fue posible mantener a una mujer y a sus hijos por 24 años cautivos en el sótano de una casa ubicada a 150 kilómetros de Viena sin que nadie se diera cuenta.

La confesión hecha por el propio Fritzl confirmó este lunes el modo en que operaba el sujeto. Hace 24 años cuando Elisabeth tenía 18 años la dio por desaparecida, presentó algunas cartas en las que se leía que la chica había decidido abandonar su hogar por una secta, de esta forma Josef justificó, no sólo con la autoridad sino con conocidos y familiares, la supuesta ausencia de su hija. Las cartas obviamente fueron escritas a petición de su padre.

Pero este no fue todo el horror que se vivió dentro de la terrorífica casa de Amstetten. En uno de los embarazos de Elisabeth resultó que tendría gemelos, pero uno de ellos nació muerto, situación que Josef resolvió quemando el cuerpo del bebé en el calentador de agua de la casa.

El hombre también reconoció haber golpeado varias veces a su hija y haberla violado en repetidas ocasiones, por lo que la embarazó una vez cada dos años en promedio.

El lugar que habitaban era un sótano de 60 metros, el cual tenía una puerta de entrada escondida detrás de un armario y a la que se tenía acceso por un dispositivo electrónico que instaló el propio Josef.

Los horrores del caso se conocieron luego de que una de las hijas, Krestin de 19 años, fue llevada al hospital por un mal que los médicos consideraron derivado de una típica relación de incesto.

La policía informó que Elisabeth se encuentra “muy perturbada” tras los incidentes y que se encuentran ya apoyándola médica y psicológicamente en un hospital de la localidad.

¿Por qué? ¿Por qué lo hizo? Este cuate necesita una muy muy buena ayuda psicológica, y su hija también.

Fuente: El Universal

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